Cuando me ocurrió esto, yo tenía 15 años. Nunca había tenido novia, y eso que me gustaban mucho las chicas. Sobre todo Sandra y Aida. Eran de mi edad, y me excitaban muchísimo. Sandra era la típica tía buena de clase. En verdad que era guapa. Guapísima. Mediría uno sesenta y poco, o menos, que era lo normal. Tenía el pelo largo, de un color castaño muy bonito. Además, su cara era muy bonita, era delgada, tenía un cuerpo casi perfecto un culo que quitaba la respiración y una buena delantera, aunque no excesiva. No lo necesitaba, pues estaba cachondísima. Y Aida era mi preferida. Creo que estaba enamorada de ella. Tenía el pelo oscuro, un buen culo y unas tetas que quitaban el hipo. Menuda delantera. Estaban todo el día juntas de la mano, incluso cuando iban al servicio. ¿Que harían? Supongo que, simplemente, mear. Un día que teníamos clase por la tarde, y no había mucha gente, las vi yendo al servicio. Me extrañó mucho, pues una hora antes ya habían ido. Así que las seguí y me puse al lado de la puerta. No oía nada. Pero al cabo de unos segundos empecé a oír unos pequeños gemidos que luego pasaron a grandes gemidos. Así que entré con mucho sigilo. No había nadie. Que tonto, estarían en un báter. Oía los gemidos claramente: eran los de Sandra. Miré al espejo y las vi reflejadas, pues tenían la puerta abierta. Sandra, con los pantalones bajados, estaba sentada en la taza con las piernas abiertas y Aida estaba de rodillas comiéndole el chocho. En un par de segundos, la polla se me puso como un ladrillo, empecé a temblar y me fui con el mismo sigilo con el que había entrado. Cuando llegué a casa, me hice la mayor paja de mi vida. Y cuando acabé de soltarlo todo, me di cuenta de que aún estaba caliente y me hice otra. Fue impresionante. Al día siguiente por la tarde, decidí pasar a la acción. Cuando terminaron las clases, esperé cerca del servicio. Como había previsto, Aida y Sandra entraron. Se me puso la polla dura y entré. Hice lo mismo que el día anterior y las espié por el espejo. Era la misma situación de ayer, sólo que esta vez Aida le estaba haciendo un dedo. Al cabo de pocos segundos, noté que Aida se empezaba a levantar. Volví a la realidad, salí pitando del servicio y bajé a toda prisa las escaleras. Pero no del todo, así que tenía a la vista la puerta del servicio. Vi a Aida salir del servicio en dirección a la cafetería. Me quedé parado unos instantes. ¿Qué debía hacer? Decidido, me arriesgué y entré al servicio con cuidado de no ser oído. Miré al espejo y vi a Sandra masturbándose sentada en el báter. Debí pensar con la polla, porque anduve unos pasos hasta ponerme a su vista y le dije: ---¿Te ayudo, Sandrita? Me quedé paralizado.¿Cómo pude haber dicho eso? Como es normal, Sandra, por instinto, se levantó y se subió los pantalones. Se me quedó mirando unos instantes. Los dos respirábamos muy deprisa. Ella estaría pensando cómo podría haber dicho eso. Se suponía que yo era muy tímido. Se volvió a sentar casi desplomándose sobre la taza del báter. ---Dani ... – acertó a decir - ¿Cómo entras en el servicio de las chicas? ---Es que – no sabía que decir – ---Nos espiabas, ¿verdad? ---Sí. Lo siento, sé que no debí hacerlo. Dicho esto, me encaminé hacia la puerta. --- No te he dicho que te fueras – su tono de voz me excitó mucho – estate un rato conmigo. Lo hice. --- Me gustas, Dani. Me pones cachonda. ¡No podía ser verdad! Era increíble. Se arrodilló y me bajó la cremallera de mis vaqueros. Me los bajó hasta los tobillos e hizo lo mismo con los calzoncillos. Mi polla estaba más erecta que nunca. Me empezó a hacer una paja. Yo acerté a decir: --- Nunca creí que pasara esto, Sandra. Tú también me excitas mucho. Por favor, chúpamela. Sonrió y me la empezó a chupar. Estaba en la gloria. Notaba sus húmedos labios una y otra vez. Al cabo de un minuto, le dije que la quería corresponder, así que le bajé los pantalones, la senté y le abrí las piernas. Su coño estaba muy húmedo. Lo abrí y le metí un dedo. Soltó un gran gemido, y empecé a dibujar formas con la lengua. Gemía de placer, me gustaba tanto que yo estaba a punto de correrme con la excitación. Noté que alcanzó un gran orgasmo, pues multiplicó sus gemidos y la humedad del chocho. La levanté, la desnudé y le empecé a chupar los pezones. Tenía aún mejores tetas de lo que había imaginado. La puse de espaldas y le empecé a comer otra vez el chocho. Estaba tan excitada que incluso le costaba mantenerse en pie. Cuando alcanzó otro orgasmo, se me volvió a arrodillar y me la empezó a mamar. No tardé mucho en explotar. Se bebió toda mi leche, y fue el orgasmo más impresionante que había tenido nunca. Y en ese momento, llegó Aida. Se quedó pasmada cuando nos vio a los dos desnudos, y Sandra con la cara llena de semen. En pocos segundos Sandra se lo explicó todo y Aida, al estar también muy caliente, dijo: ---Tengo condones en el bolsillo. Sandra y yo estallamos de alegría: podríamos follar. Pero en pleno éxtasis Aida, que ya había sacado los condones y los sostenía en la mano, los dejó caer y me sentó en el báter. Acto seguido, me abrió las piernas y me empezó a chupar la polla. Dios mío ...¡ la chica de mis sueños me la estaba chupando! Sentía un inmenso placer, cuando de repente paró y dio unos pasos atrás, momento en que Sandra cogió un condón y me dijo: ---Vamos, póntelo y hazme el amor. No sabéis lo mucho que me excitaron esas palabras. Cogí un condón y me lo puse. Tumbé a Sandra, le abrí las piernas y la empecé a penetrar. Por si no lo había dicho, yo era virgen. La penetré durante varios minutos, me encantaba. Ella gemía y gemía de placer, creo que tuvo unos cuantos orgasmos seguidos. Antes de correrme, Aida se acercó y me dijo: ---Ahora me toca a mí. Pero antes ... Saqué la polla del coño de Sandra, y ésta empezó a hablar con Aida al oído. No pude entender lo que dijeron, sólo vi que Aida se volvía a alejar y Sandra me sentaba en la taza del báter. Me separó las piernas, me quitó el condón y me la empezó a chupar. Y, Dios mío, Aida empezó a hacer un strip-tease. ¡Qué malas eran! Aida empezó a contonearse y a abrir las piernas. Se desabrochó el único botón que tenía su chaqueta y la tiró. Empezó a hacer como se hiciera el amor desabrochándose su blusa. Se la quitó de repente y ...¡qué maravillosa vista! Sus senos se salían del sujetador, casi podía ver sus pezones. Empezó a tocárselos por encima del sostén y, acto seguido, empezó a mover sus caderas desabrochándose su ceñido pantalón. Yo estaba en la gloria: la chica de mis sueños me estba deleitando con un strip-tease y una tía cachondísima me la estaba chupando. ¡Todo al mismo tiempo! Aida ya había terminado de quitarse el pantalón, dejando ver su esplendorosa figura en ropa interior. Me dedicó una pícara mirada y se dio la vuelta. Pude ver su sensacional culo mientras se desabrochaba el sujetador. Lo tiró y se dio la vuelta. Realmente, sus pechos eran fantásticos: grandes (sin exagerar) y muy bonitos. Esa imagen me hizo correrme en la boca de Sandra por segunda vez. Sandra lo aceptó de buen grado y se lo bebió todo. Aida se acercó y se arrodilló ante mí. Me cogió las manos y las puso en sus senos. Empecé a juguetear con sus pezones y a lamerlos. Chupaba y chupaba, y a ella le encantaba. Nos empezamos a besar, realmente la quería. Al rato, ella me dijo que tenía una sorpresa. Me mandó que me tumbara y me cogió la polla. Sí: me iba hacer una cubana con sus voluminosos senos. Y me la empezó a hacer. A pesar de haberme corrido dos veces, me seguía encantando. A veces me lamía la punta del pene, desde luego era la mejor paja que me habían hecho nunca.. De repente, se puso encima de mi cara y se quitó las bragas. --- Dame placer con tu lengua Le empecé a lamer su coño. Me encantaba su olor, lo chupaba con mucho entusiasmo, más si cabe porque Sandra había aprovechado para hacerme una mamada. Aida cada vez acercaba más su chocho hacia mi boca. Gemía y gemía de inmenso placer, notaba cada orgasmo que tenía. Se levantó, se arrodilló y me dijo que le hiciera el amor. Me dispuse a coger un condón, pero me dijo: ---Tuve la regla hace un par de días. Estoy en período seguro ... ¡Joder, iba a penetrar sin condón a mi amada! Decidí hacerlo en la postura del caballito, y se la metí. Al principio fui despacio, pero empecé a acelerar y empecé a gemir de gusto, aunque no más que Aida, que tuvo dos orgasmos en pocos segundos. Quizá estuve penetrándola durante cinco minutos, o tal vez más. Perdí la cuenta del tiempo. Cómo cabía de esperar, al poco rato me corrí dentro de ella, y me comunicó que sentía un inmenso placer al sentir mi semen en sus entrañas.
Después de esta experiencia, me casé a los 24 con Aida, aunque aún hoy seguimos haciendo orgías con Sandra. |
Rincon Erotico
Aida & Sandra
Pastel Familiar
Siempre me había parecido odiosa la practica del "aquí te pillo, aquí te
mato", soy una chica muy romántica, y lo del sexo sin amor no me convencía,
no le encontraba sentido. Con los chicos con que había salido, no habíamos
mantenido relaciones hasta que llevábamos juntos bastantes meses. Sólo
tengo diecisiete años, a punto de cumplir dieciocho, pero he estado con
bastantes chicos, muchos diría yo. Como iba diciendo, siempre me había
parecido odiosa la, práctica del "aquí te pillo, aquí te mato", hasta que
me folló mi propio padre.
Una tarde calurosa de verano, en mi pueblo, en mi casa, una casa bastante
grande con piscina, jardín, barbacoa, etc,... pero sin aire acondicionado,
así que me pasaba el día entero en la piscina. Ese día mi madre y mi
hermano se habían ido de compras, por lo que estábamos mi padre y yo solos.
Él estaba en su despacho, trabajando, y yo estaba en la piscina. A media
tarde salí de la piscina, me puse las zapatillas y entré en casa. En la
cocina estaba mi padre, bebiendo una cerveza. Le pregunté qué tal el
trabajo, no pude entender lo que me dijo y no me lo quiso repetir, no le di
importancia, lo atribuí al trabajo, últimamente estaba muy liado.
Bebí un vaso de agua y al salir, mi padre dijo otra cosa que tampoco
entendí, y que tampoco quiso repetir. En fin, volví a la piscina y cuando
estaba a punto de meterme en el agua, me llamó mi padre: "Tráeme cervezas
de la despensa, por favor". Busqué un pack de 6 latas y las llevé a la
cocina. "Ya te has bebido tres, ¿quieres más?".
"No, éstas ponlas en la nevera".
Cuando estaba colocándolas en la parte de debajo de la nevera, mi padre se
acercó por detrás y me agarró de la cadera, apoyando su pubis en mi
trasero. Podía sentir su pene en mi culo, estaba creciendo.
"¡Papá!".
Puso las manos sobre mis pechos.
"¿Qué?".
Inexplicablemente, la respuesta que le di no era la que había pensado en un
principio:
"Fóllame", le dije.
Sin pensárselo, me bajó el bikini, se sacó la polla y me la metió sin
contemplaciones. Me embestía con mucha fuerza, como si hiciera mucho tiempo
que no follaba y tuviera muchas ganas . El calorcito que sentía en mi
coñito contrastaba con el frío que sentía en mi cara, procedente de la
nevera que aún estaba abierta. Mi padre no decía nada, sólo emitía algún
gemido. Y cada vez embestía más fuerte, yo me agarraba como podía a la
puerta de la nevera, que parecía que se iba a romper en cualquier momento.
De repente noté un golpe en la espalda, y sentí algo sobre ella. Me había
roto un huevo en la espalda, y lo estaba esparciendo. Agarró también la
botella de leche y la vació sobre mí. Los yogurts tampoco se quedaron donde
estaban. Todo resbalaba por mi espalda y por mi culo, y algo también me
llegó a los pechos.
"Papá, ahora sólo falta tu ingrediente" Y dicho esto la sacó y se corrió
sobre mi espalda. Mi culo y mi coño eran una mezcla de líquidos y fluidos.
"¡Uau!", pensé, qué gozada.
Noté unas manos en la espalda, no eran las de mi padre, me giré: ¡era mi
hermano! Estaba desnudo, con lo que había sobre mí, se embadurnó la polla y
me la metió. Mi padre estaba a nuestro lado, masturbándose, con la polla
sucia de la mezcla que él mismo había preparado sobre mí. Mi hermano estuvo
metiéndola y sacándola el tiempo justo para que yo tuviera un orgasmo, las
piernas me flaquearon y caímos al suelo. Nuestros cuerpos enteros se
ensuciaron con todo aquello, y mi hermano se corrió, en mi coñito, me lo
acabó de llenar con su leche, y completando así el pastel familiar.
mato", soy una chica muy romántica, y lo del sexo sin amor no me convencía,
no le encontraba sentido. Con los chicos con que había salido, no habíamos
mantenido relaciones hasta que llevábamos juntos bastantes meses. Sólo
tengo diecisiete años, a punto de cumplir dieciocho, pero he estado con
bastantes chicos, muchos diría yo. Como iba diciendo, siempre me había
parecido odiosa la, práctica del "aquí te pillo, aquí te mato", hasta que
me folló mi propio padre.
Una tarde calurosa de verano, en mi pueblo, en mi casa, una casa bastante
grande con piscina, jardín, barbacoa, etc,... pero sin aire acondicionado,
así que me pasaba el día entero en la piscina. Ese día mi madre y mi
hermano se habían ido de compras, por lo que estábamos mi padre y yo solos.
Él estaba en su despacho, trabajando, y yo estaba en la piscina. A media
tarde salí de la piscina, me puse las zapatillas y entré en casa. En la
cocina estaba mi padre, bebiendo una cerveza. Le pregunté qué tal el
trabajo, no pude entender lo que me dijo y no me lo quiso repetir, no le di
importancia, lo atribuí al trabajo, últimamente estaba muy liado.
Bebí un vaso de agua y al salir, mi padre dijo otra cosa que tampoco
entendí, y que tampoco quiso repetir. En fin, volví a la piscina y cuando
estaba a punto de meterme en el agua, me llamó mi padre: "Tráeme cervezas
de la despensa, por favor". Busqué un pack de 6 latas y las llevé a la
cocina. "Ya te has bebido tres, ¿quieres más?".
"No, éstas ponlas en la nevera".
Cuando estaba colocándolas en la parte de debajo de la nevera, mi padre se
acercó por detrás y me agarró de la cadera, apoyando su pubis en mi
trasero. Podía sentir su pene en mi culo, estaba creciendo.
"¡Papá!".
Puso las manos sobre mis pechos.
"¿Qué?".
Inexplicablemente, la respuesta que le di no era la que había pensado en un
principio:
"Fóllame", le dije.
Sin pensárselo, me bajó el bikini, se sacó la polla y me la metió sin
contemplaciones. Me embestía con mucha fuerza, como si hiciera mucho tiempo
que no follaba y tuviera muchas ganas . El calorcito que sentía en mi
coñito contrastaba con el frío que sentía en mi cara, procedente de la
nevera que aún estaba abierta. Mi padre no decía nada, sólo emitía algún
gemido. Y cada vez embestía más fuerte, yo me agarraba como podía a la
puerta de la nevera, que parecía que se iba a romper en cualquier momento.
De repente noté un golpe en la espalda, y sentí algo sobre ella. Me había
roto un huevo en la espalda, y lo estaba esparciendo. Agarró también la
botella de leche y la vació sobre mí. Los yogurts tampoco se quedaron donde
estaban. Todo resbalaba por mi espalda y por mi culo, y algo también me
llegó a los pechos.
"Papá, ahora sólo falta tu ingrediente" Y dicho esto la sacó y se corrió
sobre mi espalda. Mi culo y mi coño eran una mezcla de líquidos y fluidos.
"¡Uau!", pensé, qué gozada.
Noté unas manos en la espalda, no eran las de mi padre, me giré: ¡era mi
hermano! Estaba desnudo, con lo que había sobre mí, se embadurnó la polla y
me la metió. Mi padre estaba a nuestro lado, masturbándose, con la polla
sucia de la mezcla que él mismo había preparado sobre mí. Mi hermano estuvo
metiéndola y sacándola el tiempo justo para que yo tuviera un orgasmo, las
piernas me flaquearon y caímos al suelo. Nuestros cuerpos enteros se
ensuciaron con todo aquello, y mi hermano se corrió, en mi coñito, me lo
acabó de llenar con su leche, y completando así el pastel familiar.
Yo Solita Contra Todo el Equipo
Hacia varios días que había dejado con mi novio, pero era muy amiga de
todos sus compañeras de equipo. La principal hincha. El día anterior de la
final y con unas copas de mas les prometí que si ganaban me duchaba con
ellos. En realidad tenían pocas posibilidades pero creo que mi desfachatez
y sus fantasías lograron que fueran unos tigres en la cancha. Y para
hacerla corta ganaron el partido con un gol de penal.
Fue una fiesta en la cancha, muchos sueños hechos realidad. A mi ex le toco
recibir la copa y yo estaba tan enfervorizada por el resultado que ni me
acordaba de mi promesa.
Los chicos enardecidos llenaron el vestuario con sus gritos, cuando quise
acordar estaba con dos de mis amigas en el medio de ellos. Ellas fueron la
que me hicieron reaccionar. Quise ganar la puerta para no enfrentar la
realidad, pero mis amigas me sujetaron y con mucha fuerza intentaron
comenzar a desvestirme. Fue casi una lucha en la que mientras transcurría
el resto fue percatándose de la situación.
Mis brazos intentaban sacarse de encima las manos de mis amigas y de
algunos que comenzaban a colaborar. Me sentía muy enfervorizada y realmente
comenzaba a gustarme la situación. Mientras algunos me sujetaban los brazos
sentía como comenzaba a perder mi short y en esa situación como varias
manos acariciaban mis muslos, piernas y todo lo que podían alcanzar.
Alguien quito mi camiseta por encima de mi cabeza y en instantes estaba
completamente desnuda y aferrada por una masa humana. Mis sensibles senos
comenzaron a ser sobados y mis pezones completamente tiesos gozaban con el
roce de manos y dedos. Disfrutaba de una situación que solo había tenido
hasta ese momento en sueños. Los chicos se iban desnudando y me llevaban en
el aire a los ducheros. Las canillas abiertas y una nube de vapor nos
recibieron. Alguien puso una mano entre mis piernas y los dedos que
bailaban en mi sexo me hacían notar que estaba completamente mojado.
No podía fijar la vista, daba vueltas en esa nube, mientras todos
colaboraban con mi excitación. Alguien resbalo y otros tropezaron,
terminando esa masa humana en el piso inundado de las ducha. Realmente en
ese momento decidí dejarme llevar.
Con mi espalda en el agua caliente, intente pararme, pero ya tenia sujetas
mis piernas y brazos. Todo se desarrollaba con una velocidad impresionante.
No terminaba de darme cuenta de lo que pasaba, cuando me abrieron las
piernas y alguien comenzó a chupar mi sexo. Tenía mis senos llenos de bocas
que chupaban y el golero comenzó a besarme y jugar con su lengua. Ya estaba
en el medio de un orgasmo cuando fui penetrada completamente por un chico
que no recuerdo quien fue. Sentía como ese tremendo miembro entraba y salía
y sus testículos golpeaban contra mi cuerpo, sentía como mis senos eran
manoseados y como me besaban entre varios sin dejar descansar mi lengua que
les correspondía.
Mi cuerpo vibraba de placer mi sexo recibía una tremenda cantidad de semen
y ya tenia otro chico encima. Otra vez comienza el pone y saca. Otra vez me
llenaban de semen y perdía la cuenta de mis orgasmos. Alguien puso su sexo
en mi boca y me hacia tragar hasta ahogarme una ola de semen. La orgía
seguía y juro que nunca había gozado tanto.
A pesar de que intente resistirme, giraron hasta quedar de espaldas y
totalmente sujetada por muchos me abrieron las piernas y comenzaron a sobar
mi ano. No podía ser. Nunca había querido que me penetraran por ahí. Era
virgen de mi trasero. Pero no estaba en condiciones de hacerme valer. Ya
tenía un chico haciendo fuerza por abrir esa puerta. De apoco y empujando
comenzó a abrir mi culo. Que dolor, por Dios. A pura fuerza se abrió paso,
me ardía, me cortaba, estaba siendo lastimada. El dolor solo fue
interrumpido por el caliente semen que quemo la herida. Solo reaccione
cuando ya todos estaban satisfechos. Me ayudaron a para y me ducharon,
aprovechando para enjabonarme y sobarme todo el cuerpo nuevamente.
Sentía como todo el semen me salía de mi sexo y chorreaba por mis piernas.
No podía mantenerme en pie, mis piernas no me respondían y estaba mareada.
Mi ex fue el único que no disfruto del regalo del campeonato. Me llevaron
al vestuario y mientras me ayudaban a vestirme puede volver a ver a mis
amigas que no solo no perdieron detalle sino que aprovecharon a sacar fotos
con sus celulares.
Antes de salir tuve que obedecer y besar a cada uno apasionadamente en la
boca, a mi ex lo agarraron entre varios y lo obligaron a besarme. Sus
compañeros se dieron cuenta que estaba excitado por todo lo que había
visto, entonces lo desnudaron y me pidieron que le hiciera sexo oral. Me
encanto la idea y mas sabiendo que el no quería, sus compañeros cantaban
alentándolo, me costo un buen rato pero logre que acabara en mi boca como
en los viejos tiempos. Entonces y aprovechando que lo sujetaban le di un
buen beso de lengua y le pase todo su semen. Lo escupió y casi vomita. Se
lo merecía
Esa noche dormí como nunca. No creo que pueda a volver a disfrutar así y
por unos días no voy a poder hacer el amor, me quedo mi sexo ardiendo y
dolorido y mi ano roto
todos sus compañeras de equipo. La principal hincha. El día anterior de la
final y con unas copas de mas les prometí que si ganaban me duchaba con
ellos. En realidad tenían pocas posibilidades pero creo que mi desfachatez
y sus fantasías lograron que fueran unos tigres en la cancha. Y para
hacerla corta ganaron el partido con un gol de penal.
Fue una fiesta en la cancha, muchos sueños hechos realidad. A mi ex le toco
recibir la copa y yo estaba tan enfervorizada por el resultado que ni me
acordaba de mi promesa.
Los chicos enardecidos llenaron el vestuario con sus gritos, cuando quise
acordar estaba con dos de mis amigas en el medio de ellos. Ellas fueron la
que me hicieron reaccionar. Quise ganar la puerta para no enfrentar la
realidad, pero mis amigas me sujetaron y con mucha fuerza intentaron
comenzar a desvestirme. Fue casi una lucha en la que mientras transcurría
el resto fue percatándose de la situación.
Mis brazos intentaban sacarse de encima las manos de mis amigas y de
algunos que comenzaban a colaborar. Me sentía muy enfervorizada y realmente
comenzaba a gustarme la situación. Mientras algunos me sujetaban los brazos
sentía como comenzaba a perder mi short y en esa situación como varias
manos acariciaban mis muslos, piernas y todo lo que podían alcanzar.
Alguien quito mi camiseta por encima de mi cabeza y en instantes estaba
completamente desnuda y aferrada por una masa humana. Mis sensibles senos
comenzaron a ser sobados y mis pezones completamente tiesos gozaban con el
roce de manos y dedos. Disfrutaba de una situación que solo había tenido
hasta ese momento en sueños. Los chicos se iban desnudando y me llevaban en
el aire a los ducheros. Las canillas abiertas y una nube de vapor nos
recibieron. Alguien puso una mano entre mis piernas y los dedos que
bailaban en mi sexo me hacían notar que estaba completamente mojado.
No podía fijar la vista, daba vueltas en esa nube, mientras todos
colaboraban con mi excitación. Alguien resbalo y otros tropezaron,
terminando esa masa humana en el piso inundado de las ducha. Realmente en
ese momento decidí dejarme llevar.
Con mi espalda en el agua caliente, intente pararme, pero ya tenia sujetas
mis piernas y brazos. Todo se desarrollaba con una velocidad impresionante.
No terminaba de darme cuenta de lo que pasaba, cuando me abrieron las
piernas y alguien comenzó a chupar mi sexo. Tenía mis senos llenos de bocas
que chupaban y el golero comenzó a besarme y jugar con su lengua. Ya estaba
en el medio de un orgasmo cuando fui penetrada completamente por un chico
que no recuerdo quien fue. Sentía como ese tremendo miembro entraba y salía
y sus testículos golpeaban contra mi cuerpo, sentía como mis senos eran
manoseados y como me besaban entre varios sin dejar descansar mi lengua que
les correspondía.
Mi cuerpo vibraba de placer mi sexo recibía una tremenda cantidad de semen
y ya tenia otro chico encima. Otra vez comienza el pone y saca. Otra vez me
llenaban de semen y perdía la cuenta de mis orgasmos. Alguien puso su sexo
en mi boca y me hacia tragar hasta ahogarme una ola de semen. La orgía
seguía y juro que nunca había gozado tanto.
A pesar de que intente resistirme, giraron hasta quedar de espaldas y
totalmente sujetada por muchos me abrieron las piernas y comenzaron a sobar
mi ano. No podía ser. Nunca había querido que me penetraran por ahí. Era
virgen de mi trasero. Pero no estaba en condiciones de hacerme valer. Ya
tenía un chico haciendo fuerza por abrir esa puerta. De apoco y empujando
comenzó a abrir mi culo. Que dolor, por Dios. A pura fuerza se abrió paso,
me ardía, me cortaba, estaba siendo lastimada. El dolor solo fue
interrumpido por el caliente semen que quemo la herida. Solo reaccione
cuando ya todos estaban satisfechos. Me ayudaron a para y me ducharon,
aprovechando para enjabonarme y sobarme todo el cuerpo nuevamente.
Sentía como todo el semen me salía de mi sexo y chorreaba por mis piernas.
No podía mantenerme en pie, mis piernas no me respondían y estaba mareada.
Mi ex fue el único que no disfruto del regalo del campeonato. Me llevaron
al vestuario y mientras me ayudaban a vestirme puede volver a ver a mis
amigas que no solo no perdieron detalle sino que aprovecharon a sacar fotos
con sus celulares.
Antes de salir tuve que obedecer y besar a cada uno apasionadamente en la
boca, a mi ex lo agarraron entre varios y lo obligaron a besarme. Sus
compañeros se dieron cuenta que estaba excitado por todo lo que había
visto, entonces lo desnudaron y me pidieron que le hiciera sexo oral. Me
encanto la idea y mas sabiendo que el no quería, sus compañeros cantaban
alentándolo, me costo un buen rato pero logre que acabara en mi boca como
en los viejos tiempos. Entonces y aprovechando que lo sujetaban le di un
buen beso de lengua y le pase todo su semen. Lo escupió y casi vomita. Se
lo merecía
Esa noche dormí como nunca. No creo que pueda a volver a disfrutar así y
por unos días no voy a poder hacer el amor, me quedo mi sexo ardiendo y
dolorido y mi ano roto
Las Duchas del Gimnasio
Hacia unos cuantos meses que no hacia actividad física, decidí entonces anotarme nuevamente en el Gimnasio, además estábamos en Agosto y faltaban pocos meses para que comience la temporada de verano. (En argentina el 21 de diciembre comienza el verano). No me inscribí en el gimnasio donde lo hacia habitualmente, lo hice en uno que estaba de "moda", necesitaba cambiar de aire y me pareció buena idea concurrir a este, aunque el precio era bastante alto.
El Lunes 19:50 entre al gimnasio mostrando mi nuevo carnet de socia a una Secretaria muy bonita y simpática, me dirigí al vestuario para dejar mi bolso en algún casillero, cuando lo hacia observe la sala de complemento de pesas y era muy distinto el ambiente, chicas muy lindas con lindos cuerpos y ropa muy a la moda, chicos muy a la moda también, lejos estaba del ambiente de mi ex gimnasio, donde casi todos solo se ocupaban de hacer ejercicio físico sin importar el atuendo o el peinado. En fin, no era lo que mas me gustaba pero como toda mujer, esto me daba letra y mucha para hablar y contarles a mis amigas.
En el vestuario había una señora que se ocupaba constantemente de la limpieza y el orden. Encontré un casillero, guarde mi bolso, me acomode las calzas y el top y me dirigí al salón de Tae Bo. La clase duro 1 hora y me fascino, termine muy cansada pero satisfecha por recomenzar mis actividades físicas. Algunas chicas al terminar la clase se dirigían al salón de pesas, yo estaba muy cansada y me fui derechita a las duchas. Era un vestuario grande. Me senté junto a mi bolso, me desvestí, me envolví en una toalla y me dirigí a las duchas. Eran como 10 duchas 5 de un lado, 5 de frente, divididas por una especie de fibra de vidrio pero sin nada para utilizar tipo puerta, ni una cortina. Comencé a ducharme y no pude evitar observar las duchas que estaban frente a mi, en una había una chica de unos 20 años aprox., tenia un cuerpo monumental, la miraba disimuladamente pues no quería quedar como una "pervertida", en la ducha que estaba junto a ella, se aseaba una mujer grande, de unos 45 aprox. de edad pero también con cuerpo muy formado. Si bien yo estaba bien físicamente, ver semejantes cuerpos intimidaba un poquito.
Pasaron los días y semanas y me fui habituando muy bien no solo físicamente sino también socialmente pues ya entablaba conversación con unas cuantas chicas y algunos chicos también. Un viernes, realice mi clase de Tae Bo y luego pase al salón de Pesas, hice bicicleta, cinta y un poco de ejercicio con mancuernas, eran ya las 22:30 aprox. éramos muy pocos en el gimnasio, el mismo cierra a las 23 Hs. Ya exhausta pero feliz me dirigí a los vestuarios. La sra. de limpieza se había ido. En ese momento solo yo estaba desvistiéndome y había una chica duchándose, pues escuchaba la lluvia caer.
Abrí el grifo del agua, y la lluvia baño mi cuerpo muy sudado.
-- Hola como estas?. Me saludo la chica saliendo de su ducha.
-- Hola, muy bien..gracias. Le conteste.
Quede sola en el vestuario. Y por primera vez escuchaba el silencio del mismo. Me estaba enjabonando y oí voces, tipo murmullos de 2 o 3 hombres. Me quede atenta tratando de escuchar de donde provenía, pero no podía descubrirlo. Otra vez murmullos y risas. Nuevamente me quede inmóvil pero no sabia de donde venia. Comencé a pensar que me estaban espiando, pues tantos murmullos y risas y de golpe silencio daba para imaginarme eso. Termine de enjabonarme, me envolví en la toalla y me fui. La idea me quedo fija en la cabeza y estaba segura que no me equivocaba, algún hueco o ventiluz o vaya a saber que, servia para espiar en el vestuario de damas.
Otra semana de actividad física, observaba mucho mas a los hombres buscando alguna mirada que delatara. Llego el viernes y como siempre me quedaba hasta tarde haciendo ejercicio. Luego de la clase y de un poco de pesas me fui a las duchas. Comencé a desvestirme y dos chicas ya cambiadas me saludaban retirándose. Estaba sola otra vez.
Abrí el grifo de agua caliente, me estaba enjabonando cuando escuche una vez mas los mismo ruidos de la semana pasada. Lejos de molestarme, tal vez por pensar mucho los días anteriores, la idea de ser espiada me estaba despertando cosquilleos…me estaba calentando. Comencé a pasarme el jabón lentamente y con movimientos sensuales, por mis brazos, hombros y especialmente por mis pechos, donde hacia círculos con una mano y con la otra lo acariciaba. Tenía los pezones erectos, duros. Baje mis manos y mis dedos comenzaron a frotar mi clítoris, me estaba masturbando con mis ojitos cerrados, tenia un estado de excitación total, me olvide de donde estaba.Una mano la tenia apoyada sobre la pared de cerámicos y la otra no dejaba de frotarme.
--Hola… Escuche una voz y casi caigo del susto y la sorpresa. Era un muchacho que solo conocía de vista, de verlo en la sala de maquinas y pesas. Lo observe inmóvil y el me miro a los ojos para luego bajar los
mismos hacia mi cuerpo.
-- Te estuve observando, te ayudo?. Me dijo. Yo seguía sin poder pronunciar palabra, ni atine a taparme el cuerpo. Se abalanzo hacia mi, bajo el agua que no dejaba de caer. Me apoyo contra la pared. No me defendí, no me negué, tampoco lo aprobé, solo estaba ahí y esta persona aprovechaba mi pasividad. Apretaba su cuerpo contra el mío, pasándome su lengua con desesperación por mi cuello, cara, boca, sus manos apretaron mis pechos, para luego bajarlas y tocarme bruscamente la vagina y meterme dedos en cuanto orificio encontraba.
-- Te gusta bebota??..ehhh!???..estas calentita eh!!...siii?..eh!. Me decía sin dejar de pasarme su lengua. No me salían las palabras, no entendía lo que me estaba pasando.
-- Dame esas tetitas!..dásela a papito. Y bajo su cabeza hacia mis pechitos. Se metió una entero en la boca, succionándolo. Sentí un poco de dolor pero seguía sin reaccionar. Luego el otro pecho entro en su boca.
-- y esa conchita?..ehhh!?..como esta esa conchita?..a ver… Se arrodillo, me abrió las piernas y comenzó a comerme la concha. Esa es la palabra justa, ya que lo hacia con desesperación.
-- Holaaaa…se puede???. Levante mi mirada y vi a dos hombres mas observándonos, uno era el que limpiaba los vestuarios de hombres. Los dos me miraron y sonrieron. Solo los mire.
-- Esta todo bien!!. Vengan!!. Dijo el que me estaba comiendo mi vagina y volvió su cabeza hacia mi entrepierna. Comenzaron a desvestirse murmullando entre ellos. Quedaron desnudos, los observaba y ellos mi miraban a los ojos también acariciándose sus penes.
No puedo hacer nada, ya estoy metida en esto, yo me lo busque. Fueron todos pensamientos que pasaron por mi cabeza al observar como se acercaban los dos restantes. Uno de ellos cerró el grifo y el agua dejo de caer. Comenzaron a manosearme, mientras que el 1ro. no dejaba de lamerme la vagina. Este finalmente se puso de pie. Estaban los 3 casi pegados a mi cuerpo, tocándome, sentía manos por todo mi cuerpo, también comenzaron a apoyarme sus penes sobre mi cuerpo.
-- Te animas a chuparnos la pija a los tres?. Me dijo uno sonriéndome. Me hablaba como si los cuatro hubiésemos quedado para algo así desde hace tiempo. Me estaban violando. Pero ellos no lo veían así y era mi pasividad.
Me arrodille y los tres me apuntaban con sus pijas. No podía creer lo que estaba a punto de hacer. Tome una pija con mi manito y me la lleve a la boca. Me la metí casi toda y se la chupe. Otro tomo mi mano que estaba sin usar. Y me hizo tomar su pija. Lo comencé a pajear. Finalmente tome dos pijas con mis manos pajeandolos y la otra con mi boca. Escuchaba que hablaban entro ellos. Fui turnándome pija por pija en mi boca, todas tenían un sabor agrio, raro, pero era lo de menos. Entreabrí mis ojitos mientras no dejaba de meterme una verga en la boca y observe una de mis manos pajeando a uno de ellos. Me sentía la mas puta, la mas sucia y su vez me gustaba sentirme así por primera vez en mi vida.
Eran muchacho que no me gustaban, en lo mas mínimo, el del vestuario, era bastante desagradable físicamente. Pero eso no importaba en ese momento. Solo era Divertirse con Mariana y aprovechar que ella estaba de acuerdo. Así pensarían ellos.
-- Vamos hacia los bancos, que acá esta resbaloso y nos podemos caer. Dijo uno de ellos. Cuidándose y…. cuidándome!!!. Uno me tomo del brazo y me ayudo a pararme.
Uno de ellos se sentó y me hizo señas de que le chupara la pija.
-- Agachate..así se la chupas a el y nosotros nos turnamos para ir por atrás..si?.
Mis piernas derechas, abiertas, incline mi torso hacia delante apoyando una de mis manos sobre el banco, con la otra tome la pija del que estaba sentado y me la metí en la boquita.
-- Dejame a mi primero..dale..jaja. Escuche que decía uno de ellos. Y sentí como apoyo la punta de su verga en mi vagina. Empujo y la metió toda dentro de mi.
-- Uhhhhhh….No puede evitar emitir pequeños quejidos. Estaba en la posición donde mas siento la pija cuando me cojen.
-- Ahhhhh….Ahhhhhhh…siiiiii. No se cual de los dos me estaba cogiendo pero por sus gemidos estaba disfrutando mucho metiéndomela.
-- ayy..uhh..por favor..uhh..acaba afuera..uhh. Fueron mis únicas y primeras palabras y me volví a meter la pija en la boca.
-- Si bebe…quedate tranquila. Me contesto siempre embistiéndome.
-- siiiii….siiiiiiiii….uhhhhhhhh…ahí vaaaa. Sentí su verga a punto de explotar dentro de mi. La saco rápidamente. Y sentí como chorros de semen bañaba mi espalda y cola.
-- Ohhhhhh..Ohhhhh…uhhhhhhhhhhhhh…siiiiiiii… Ahhhhhhhh….veni Jorge. Jorge apoyo su verga y otra vez senti una pija dura dentro de mi.
-- mmm..que linda la tenes bebe..estrecha..como te siento…mmmm..que linda colita. Me decía, tocándome con uno de sus dedos el orificio del ano. Creo que salivo sobre mi orificio, ya que sentí algo frió que me caí sobre el, comenzó a meterme un dedo siempre cogiendome.
Mis piernas tambalearon por primera vez, pero me mantuve firme. Sabia lo que estaba a punto de venir, no aguante mas y sacando la pija de mi boca…explote a gritos en un orgasmo de puta como siempre quise sentir.
-- AHHHH..AHHHHHHH…AHHHHHHHHHH…MmmmmmMmmmmmm..Siiiiiiiii.
-- Que lindo bebe…grita bebe..grita. Me decía uno de ellos mientras los otros reían.
-- Uyyy acabo yoo..acabo yooooooo.!!!!
-- AFUERAAAAAAAAA…acaba afueraaaaaaa. Le grite.
-- Siii mamita…siiiiiiiiiiiiiii….Ahhhhhhhhhhhhh…Ahhhhhhhhh. Otra vez chorros de semen inundaban mi espalda. Era increíble pero sentía mi vagina palpitar y con la sensación de que nunca había sacado la pija de mi conchita.
-- Bueno..por fin muchachos…sentate arriba mio bebe..seguro debes estar cansada. Me dijo el que estaba sentado. Me tomo la mano ayudándome a reincorporarme. Tuve un leve mareo por estar tanto tiempo en esa posición pero fue fugaz. Coloque una de mis piernas sobre el banco, siempre ayudado por el, luego la otra…y nuevamente sentí esa verga dura que estaba en mi boca dentro mio. Lo abracé para no caerme, apoye mi cabeza sobre uno de sus hombros, y comencé a moverme rápidamente, nunca me había movido así en mi vida, pero me lo estaba cogiendo.
-- Uyyy.siiii bebe….siii..como te moves.!!!..uhhhh. Me decía mordiéndome el cuello.
Uno de los que había acabado estaba sentado a un metro de mi, con sus ojos clavados en mi vientre mirando como me movía. Estaba prostituida, tímidamente prostituida pero lo estaba. Tenia ganas de acabar otra vez, cuando escuche la puerta del vestuario y escuche una voz.
-- Vamos muchacho..apuren que me quiero ir.
-- Sii, ya estamos Daniel. Ya nos vamos. Le contesto uno.
Era la voz de Daniel, el dueño del complejo. Apurándolos por que quería cerrar el gimnasio. En ese momento me quise morir. Tenia trato con el. Me sentí la mujer más sucia del mundo. El les estaba haciendo el favor a sus "amigos" para coger con la minita, en este caso yo. Deje de moverme.
-- Dale bebe…dale..que ya acabo. Me retruco, sorprendido por mi repentina inmovilidad.
-- Dale…dale…bebe.. Me tomo de los cachetes de la cola y me levantaba para poder cojerme mejor.
--- Siiii.Siiiiii….agarramela bebeee..agarramela… Tome su pija y lo masturbe, acabando en mi vientre.
Me sente y este comenzó a vestirse, los otros dos estaban semivestidos. No los podía mirar a los ojos…a ninguno. Me pare, fui hasta mi casillero y comencé a vestirme con la ropa que había usado para hacer ejercicio. Estaba empapada de semen, pero me coloque la ropa sin importarme, solo quería irme.
-- Cuando quieras lo repetimos…si bebe?. Me dijo uno de ellos. Ni lo mire. Termine de vestirme torpemente, tome mi bolso y me fui…me dirigí a la salida y ahí estaba Daniel, no podía miarlo…
-- Chauuu..hasta el Lunes. Me dijo el con voz de estar cansado esperando a sus amigos.
-- chau. Le conteste y baje las escaleras rápidamente. Salí a la calle y me tome un taxi.
Sexo Entre Hermanos
Elena subió las escaleras hacia la planta alta de la
casa, abrió la puerta de la recámara de su hermano, vió que estaba dormido,
recogió los pantalones que él había dejado en el piso y los puso sobre el
respaldo del sillón, se acercó a él, le dio un beso en la frente y salió de la
recámara dejando la puerta abierta, entró a su recámara y se terminó de
desnudar, ya su novio se había encargado de quitarle el sostén, la panty y las
medias para hacer el amor de forma apasionada, entró al baño y dejó su panty
sobre el piso de la regadera, la había usado para cubrir su vagina y así evitar
que el semen de su novio escurriera y manchara el sofá de la sala, mañana la
lavaría al bañarse, se puso su camisón y se tendió sobre la cama y pensó "Ya
tengo 21 años, sé tomar mis decisiones, además soy una lujuriosa, me encanta
tenerlo dentro de mi, lo tiene grande... y en que forma me llena de semen, me
desbordo… mmm lo adoro"
Estaba cansada, se habían despertado a las 4 de la
mañana para llevar a sus papás al aeropuerto, recordaba las escenas en la fría
sala de espera para abordar. "Se portan bien niños, tú Luis obedece en todo a
tu hermana que es la mayor"… "Si mamá"… "Tienen dinero suficiente para toda la
semana, no hay que pagar nada que no sea comida y si hay necesidad sacas del
cajero o pagas con la tarjeta Elena y si necesitan de un adulto hablan a la
comandancia de la región con el teniente coronel Ramírez que me prometió estar
al pendiente de ustedes"…"Si mamá, ya no te preocupes y diviértanse en su
segunda luna de miel". Su papá con voz seria le había dicho "Ven hija",
la apartó de su hermano y su mamá para decirle.
-Por favor Elena, mucho cuidado con tú
novio, no lo quiero en la casa hasta altas horas de la noche, respeta la
casa y sabes a que me refiero"…
-¿Cómo crees papá?, ¡Claro que la respeto!, además él
se va de vacaciones en la semana santa…
-Bueno, confío en ti, no me vayas a salir con
alguna tontería
Rió pensando en que su papá nunca se enteraría de que
en su propia sala había tenido un sexo increíble con su novio. "Que se lo
diga a mi hermano que tiene 17 años, yo ya soy mayor de edad y no puede evitar
que me acueste con el hombre que amo y que pronto será mi esposo". Sin
embargo sabía que si su papá se enteraba sería el término de su noviazgo, lo que
su padre tenía de amoroso y comprensivo lo tenía de recto, estricto y
disciplinado, no por nada sobre su uniforme militar brillaban esas tres
estrellas, para él su familia y su casa eran sagradas y exigía total respeto
hacia ellas. "No le temblaría el pulso para darle a mi novio un muy fuerte
escarmiento… y a mi no lo quiero ni pensar"
Mientras pensaba en la reacción de su padre si se
enteraba y recordaba el delicioso sexo que había tenido se quedó profundamente
dormida.
Por la mañana se levantó bajó a la cocina y encontró a
su hermano preparando su desayuno.
-Buenos días Luis, ¿quieres que te lo prepare yo?
-No
-Nos quedamos solos por una semana, ¿quieres hacer algo
en especial? También estamos de vacaciones
-No, no quiero hacer nada.
-Caray, que mal genio, ¿Estas molesto por que no te
llevaron?, era su segunda luna de miel chaparro, tienen derecho de tomarse una
semana solos, tal vez nos den otro hermanito.
-¡Qué estúpida!
-De verdad que amaneciste insoportable.
Luis tomó su desayuno y se sentó en la mesa de la
cocina, Elena comenzó a preparar el suyo y le dijo a su hermano
-Anoche habló mi papá, estaban en Nueva York y hoy
toman el crucero, habló como a las doce de la noche.
-Si lo sé, me despertó el teléfono. Pensé en bajar,
pero estabas ocupada en "otras cosas". Y no me pude dormir hasta las tres de la
mañana.
-¿Qué otras cosas?, ¿A qué te refieres?, además yo
entré a tu recámara y estabas dormido.
-Me hice el dormido, recogiste mi ropa, me diste un
beso en la frente, traías tu ropa interior y tus medias en la mano, tu minifalda
toda arrugada y la blusa abierta, debo decir que tienes unos pechos hermosos.
-¡Estabas soñando!, ¿Por qué habría de llevar la blusa
abierta?
Elena puso su desayuno en su plato, se sentó en la mesa
frente a su hermano y comenzó a comer. Su hermano la miró sonriendo y dijo
-Que rico coges Elena, eres una real hembra, me
encantas, aprietas delicioso… Si amor, ven, ven, lléname de tu leche ardiente
dámela toda, toda… mmm que delicia.
-¡Luis!, ¡Cállate la boca!, ¡Eres un imbécil!
Luis se levantó en silencio y cuando salía de la cocina
Elena le dijo.
-Es mi novio, lo amo, yo le gusto y él me gusta, ¿Nunca
has sentido ese deseo sexual por alguien?
Luis regresó a sentarse junto a su hermana y
respondió
-Le debes de gustar, la verdad estás más buena que el
pan hermanita… Claro que he tenido deseos sexuales y anoche me los enardeciste,
pero ya ves, ni siquiera he podido acariciarte, ni a ninguna otra mujer.
-¿Qué viste Luis?...respóndeme como hombre.
-¡Como hombre?... Muy bien, te vi con la blusa abierta
mientras él mamaba tus tetas grandes y redondas, el color de la piel de tus
lindas piernas resaltaba con lo negro de tus medias conforme él te las quitaba,
quitó tu panty y se puso a lamerte ahí, lo tienes depilado, rosita, rico. Tú le
bajaste el pantalón y te pusiste a mamarle la verga, la saboreabas como loca,
después el te clavo su verga en la vagina, te hizo gemir y se comenzaron a mover
los dos hasta que te viniste y después él se dio una venidota dentro de ti… Te
cogió rico el cabrón, te disfrutó como loco y es lógico, a una mujer como tú
yo……
-¡Luis, no sigas hablando! y no seas tan explícito que
te puedo entender con otras palabras
-Tú me retaste a decirlo y yo digo lo que pude ver,
cuando subiste a mi cuarto yo me acababa de masturbar pensando en que yo era tu
novio.
-¡Por favor no digas eso, soy tu hermana!
-¿Y en quien podía pensar, en la madre Teresa?, la
mujer que vi cogiendo y que me excitó al máximo eras tú, ¿A que otra me podría
imaginar debajo de mi disfrutando del sexo?
-¡Ya Luis!, no es correcto que platiquemos de estas
cosas tú y yo, somos hermanos y tú eres menor de edad, mejor olvidémoslo, no sea
que después nos arrepintamos.
-¿De nuestras palabras o de qué?, ¿De cuando me
espiabas mientras me bañaba?, ¿De cuando acercabas tus nalgas a mi verga para
hacer que se parara?... ¿Ya se te olvidó?...Claro viviendo de aquí para allá,
sin tiempo para hacer amigos o novios, yo era lo único a la mano para… para… En
fin, tú ya tienes quien te "riegue tu jardín" y te olvidaste de lo mucho que
buscabas a tu hermanito, que si no fuera porqué nunca habíamos estado solos, de
seguro……
Elena lo miró en silencio, Luis se levanto de la mesa,
salió de la cocina y subió a su recámara, mientras ella se quedaba en la cocina
recogiendo los platos y metiéndolos en el lava-vajillas, estaba preocupada.
Terminó de recoger la cocina y subió a la recámara de su hermano, él estaba
dentro del baño, escuchó el ruido del agua de la regadera, le recogería su
recámara, tenía que tratarlo bien, hacerle sus cosas para que sintiera que
estaba dispuesta a servirle con tal de que no platicara lo que había visto, al
hacer a un lado las cobijas de la cama bajo de ellas estaba el póster que habían
mandado hacer de una foto.
Ella tenía uno igual en su recámara, en el se veía a
ella en bikini abrazada de su hermano, la habían tomado el año pasado cuando
estaban en ese paraíso que era Bora-Bora. Se quedó observándolo y recordando el
lugar, se miró en la foto, "La verdad tengo buen cuerpo" se dijo y en ese
momento pensó "¿Porqué lo habrá descolgado de la pared?", la respuesta le
llegó como un rayo hiriente "Se masturbó viendo mi foto, era verdad lo que
dijo", miró a la cama y observó unos pañuelos desechables usados sobre de
ella. Abrió despacio el cajón de su mesita de noche y vió unas revistas de
mujeres desnudas, "Si tiene estas revistas ¿Por qué la foto de su
hermana? Dejó el póster nuevamente bajo las cobijas y salió del cuarto con
un raro sentimiento dentro de ella
Mientras estaba en su cuarto escuchó la voz de su
hermano "Elena, voy a salir", "llévate uno de los autos, las llaves
están en la cocina", respondió Elena, él abrió la puerta de la recamara de
su hermana y la encontró en tanga y sostén, los dos se quedaron mirando por unos
momentos, ella no soportó la mirada de su hermano recorriendo su cuerpo y le
dijo "Por Dios Luis, ¿No puedes llamar a la puerta?" el sonrió
diciendo "Y el cabrón de tu novio ¿A qué puerta llama?"… "¡Luis!" gritó
Elena y él dijo "OK, me voy, pero no pienso usar ningún auto, no caeré en tu
juego de hacerme violar las normas del general y tener los dos algo que
ocultar, te equivocas hermanita" Cuando Luis salía Elena le gritó "Tú te
lo pierdes, podías ir en auto"… "Soy menor de edad hermanita, no tengo
permiso para conducir, a menos que a mi lado vaya el general" ,Y se retiro
riendo.
Elena quedó pensativa en la forma en que la había
mirado su hermano, su relación era muy estrecha pero no al grado de sentirse
atraídos uno por el otro, "¿O si?", se preguntó sentándose sobre su cama,
"Hemos estado tan solos él y yo, de una ciudad a otra incluso al extranjero
donde ni el idioma conocíamos, nuestros amigos son tan pocos, llegamos a estar
en Alemania solo por tres meses".…Volteo hacia el póster que tenía en
la pared y le dijo "No te culpo hermanito, yo llegué a desearte, eras el
único hombre con el que podía desahogar eso que me quemaba por dentro, si, si lo
hice". Se vistió escribió una nota para su hermano y salió en su auto a casa
de una amiga.
Regresó a casa a las 8 de la noche, su hermano estaba
viendo la TV en el hall de la planta alta, subió con unas bolsas de frituras,
las puso sobre la mesa frente a él diciendo "Tu sube los refrescos, me
voy a dar un baño ¿Dónde comiste?"…"Aquí en la casa, vi tu nota diciéndome que
no vendrías hasta en la noche y me preparé unos emparedados, yo esperaba que me
hicieras algo delicioso pero no estabas en casa"… "¿Algo delicioso para
comer?"… "Al menos", respondió Luis, ella rió, entró a su recámara, y se
metió al baño.
Terminando de bañarse se puso crema en el cuerpo, su
panty y un camisón corto a medio muslo, caminó descalza a sentarse junto a su
hermano que preguntó "¿Ya te piensas dormir?", ella respondió "No,
solo que ya no pienso salir, al rato cenamos y nos vamos a acostar, ¿te
parece?"... "Sería bueno", respondió Luis, Elena quedó en silencio viendo
como su hermano no quitaba la vista de sus piernas, sintió vergüenza paro
también un raro sentimiento, se sentía deseada y su natural sensualidad y
coquetería vencían su pudor, se puso de pie y nuevamente se sentó en el sofá,
está vez de lado sobre su pantorrilla haciendo que su camisón se subiera y su
rodilla se juntara al muslo de su hermano. Luis sin separar la vista de las
piernas de ella la cuestionó
-Te vestiste muy cachonda ¿Va a venir el cabrón de tú
novio?
-Luis, ¿Qué traes en contra de mi novio?, entiende que
es normal que dos personas que se aman sientan deseos y los realicen, ¡por
Dios!, que nunca me lo perdonarás, ¿Y el día que me case?, voy a coger con él
todos los días y me va a embarazar y formaremos una familia, ¿Lo vas a odiar por
eso?
-¿Qué traigo contra él?... No sé... estaré celoso o le
tendré mucha envidia
Elena se quedó en silencio mirando a los ojos a su
hermano, ¿realmente la deseaba? o tal vez sentía esa urgencia de experimentar y
con la única mujer con la que sentía la confianza de hacerlo era con ella. La
actitud de su hermano la ponía nerviosa mas sin embargo lo comprendía, ella
misma lo había hecho con él, roces, abrazos, caricias y besos muy cercanos a los
labios, ella también había estado deseosa, lo había espiado mientras se bañaba,
lo había visto bajo la regadera acariciando su pene erecto hasta que arrojó su
semen. Esa vez ella regreso a tirarse boca arriba sobre su cama, puso una
almohada sobre su cuerpo y con sus dedos había desahogado su excitación pensando
en su propio hermano.
Sabía que muchos inician sus experiencias entre primos,
pero ellos poco conocían a sus primos, su vida había sido viajar al lado de sus
padres sufriendo en carne propia el rigor de la vida militar, "hoy aquí, mañana
quien sabe"… Hasta hacía poco tiempo su padre había comprado esa casa y decidido
que ahí radicara su familia, si lo mandaban a otro lugar se iría solo. Dos años
tenían radicando en ese lugar, para ella había sido mas fácil hacer amigos,
enamorarse y tener novio, ella era mujer, a ella la buscaban los amigos, pero su
hermano viviendo ese nacer explosivo de la sexualidad, del deseo incontrolable y
sin muchas amistades por ser tan introvertido, la estaba pasando difícil.
-¿De que se trata Luis?___ Preguntó Elena
-¿De que se trata qué?
-Todo esto, me miras de una manera y me hablas de una
forma que ya no sé que pensar…Hay chicas que quisieran estar contigo, incluso yo
he visto que Monserrat la doctora del batallón te mira con ojos de deseo, le
gustas, podrías probar suerte con ella y sacar todo ese deseo que traes dentro.
Ella es dos años mayor que yo, acaba de terminar su carrera de médico y aún en
uniforme se ve que tiene un buen cuerpo. Es mas te lo diré claramente, Monse es
mi amiga y me ha dicho que le atraes mucho, si yo fuera tú probaría suerte antes
de que la cambien de plaza, ya ves que duran muy poco en un lugar.
-¿Me estás diciendo que una mayor del ejercito quiere
coger conmigo?... ¡Ja!.. A no ser por que soy el hijo de su general comandante
no entiendo la razón, se lo diría a mi papá pensando que eso lo compromete con
ella.
-¿No crees que te pueda desear alguna chica?
-¡No!, ninguna se presta a hacer nada conmigo, no sé
como acariciarlas, no sé que hacer para besarlas… ¿Quién quiere a un pendejo así
en la cama? y mejor cállate, no quiero hablar de eso que me deprimo.
Elena subió su pie sobre los muslos de su hermano, él
le tomó el pie, le dio un besó y rápidamente lo bajó, ella lo miró y le
dijo.
-Así no, toma mi pierna, acaríciala y bésala despacio,
trata de disfrutar de lo que haces.
El miró a su hermana a los ojos, puso sus manos bajo la
pantorrilla de ella y la subió hacia su boca, la besó delicadamente, la apoyó
sobre su mejilla mientras la acariciaba diciendo "Qué suave piel,
huele delicioso, me gustas". Pasó su mano por la rodilla, acarició el
principio del muslo de su hermana fijando la vista en el triángulo blanco que su
panty formaba en la entrepierna. Bajó su mano acariciando el muslo y Elena no le
permitió llegar a donde él quería, retiró su pierna y bajó los pies al piso
diciendo, "¿Ves que es fácil?". Luis respondió, "No, no lo es, ni
contigo que sé que me quieres, soy un inexperto y no tengo idea de lo que se
debe hacer" Elena dijo "Luis, te quiero mucho, eres muy guapo, si
no fueras mi hermano ya te tendría en mi cama metida entre tus brazos, en esto
no te puedo ayudar chaparro"
-Enséñame como besar a una mujer.
-¿Y como terminaría Luis?…somos hermanos, vivimos bajo
el mismo techo, ¿Qué quieres?, ¿Qué durmamos juntos?, ¿Qué le diríamos a
nuestros padres?...Luis y yo nos amamos mucho y decidimos compartir la cama,
pueden alquilar una recámara o utilícenla de bodega… ¡¡Por Dios hermano!!
Quedaron unos minutos en silencio, ambos miraban la
pantalla de la TV si saber que había en ella, solo esperaban que el otro dijera
la primera palabra para responder y fué Elena la que rompió el silencio.
-¿Qué quieres aprender?, ¿Un beso apasionado?... OK,
eso te lo enseño ¡y nada mas!, acércate, junta tu boca a la mía, con los labios
separados y al juntar nuestros labios, sacas tu lengua y la metes en mi boca
para buscar la mía, saborea mi lengua, mezcla tu saliva con la mía y disfruta de
su calor y humedad… ¿Entiendes?...Acércate.
Acercaron sus bocas entreabiertas y juntaron sus
lenguas saboreándose mutuamente por un buen rato, Elena se separó lentamente,
miró a su hermano a los ojos, bajó la vista y observó su enorme erección bajo el
pantalón, estaba realmente grande y ella comenzaba a sentir la humedad en su
vagina, dijo "Hasta ahí Luis, nada mas", el se acomodó el pene metiendo
su mano bajo el pantalón y le dijo "Mira como me dejaste, ¿me quedo
así?¿Ardiendo de deseos por ti?", ella puso sus manos sobre los
muslos de su hermano, "Luis, no me hagas sentir la villana del
cuento", él en respuesta la abrazó y metió su mano por debajo del camisón,
acariciándole los muslos y la cintura mientras acercaba nuevamente su boca a la
de ella quien respondió separando sus labios para unirse nuevamente en un
apasionado beso, cuando ella sintió la mano de su hermano subir hacia sus
pechos, se separó y le dijo.
-No Luis, mejor lo dejamos, ¿Quieres terminar en la
cama con tu hermana?, ¿Penetrar su cuerpo y llenarla con tu semen?, Por favor
dejémoslo así.
-¿Y que te podría pasar?, supongo que te cuidas para
recibir el semen de tu novio, además tú también lo deseas y no lo puedes
negar.
-Si… quiero decir que no, que no puede ser, te quiero y
siempre hemos estado muy solos por varios años, de aquí para allá, ciudades
nuevas, escuelas nuevas, costumbres nuevas…En esas noches de excitación me daban
ganas de correr a tu recámara y sentir…Eras muy niño aún, pero….
-Pero al tener ya un novio que te complace sexualmente
se te olvidó que yo también estoy solo y que mi único desahogo es masturbarme
viendo tu fotografía.
Respondió Luis acariciando los muslos de Elena, él
estaba dispuesto a todo y ella ardía en deseos, no solo por sentir el placer
sexual sino que también quería complacer a su hermano, a su compañero de
soledad, al chico con el cual había llorado en cada cambio de casa, "Otra vez
hermano, un lugar nuevo y a la soledad de no conocer a nadie, ya me cansé de
tener que olvidar amigos y cariños, ya me cansé hermano", le había
dicho entre llantos y él, su hermano menor la abrazaba diciendo "Me tienes a
mi hermana, tú a mi y yo a ti, no es mucho, pero es algo". Sus padres
nunca los habían dejado solos en casa hasta esta vez en que la libertad de hacer
había desbordado sin control los sentimientos del uno hacia el otro,
confundiéndose el amor, la soledad, el deseo y la necesidad. "Tengo que
solucionarlo de alguna manera" pensó Elena, tomó las manos de su hermano que
acariciaban sus muslos y mirándolo a los ojos le dijo.
-Luis, estás ardiendo, el deseo no te deja pensar en
las consecuencias que podría tener si terminamos haciéndolo, necesitas
desahogarte, me voy a poner de pie frente a ti, me voy a desnudar y tú te vas a
masturbar mirándome como si fuera mi foto, es más te dejaré tocarme las piernas
mientras lo haces, pero no podemos terminar cogiendo hermano, eso sería un
incesto.
-¿Y lo que propones no lo es?
-¡Ya no sé!___Gritó Elena con llanto en los ojos___Pero
es esto o un duchazo de agua fría los dos.
-Quiero verte y tocarte, te deseo Elena, ¿no lo puedes
entender?, quiero que seas la primera mujer en mi vida, siempre lo he deseado,
sueño que beso todo tu cuerpo, sueño que te hago sentir un orgasmo delicioso,
sueño que me vengo dentro de ti y terminamos felices de tenernos uno al otro
Elena se puso de pie, doblaba sus rodillas y ponía sus
manos entre ellas llevada por el nerviosismo, el llanto brotaba de sus ojos,
movía sus pies pateando sobre el piso y decía.
-Cállate Luis, ya cállate y dime si aceptas lo que te
propongo o me voy a meter bajo la regadera de agua fría, no me lleves a hacer lo
que no debemos hacer….
-¿Y tú?
-Olvídate de mí, yo sabré como desahogarme, tú solo
mastúrbate viéndome y terminemos con esto que ya no lo resisto más, voy a
terminar loca Luis… Te lo suplico.
-Está bien,
desnúdate.
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Obediencia
Hola, mi nombre es angie, tengo 19 años y soy hija única, mi
madre murió hace algunos años y vivo sola con mi padre, el tiene 41 años y hace
mucho deporte por lo que se mantiene con un muy buen aspecto todavía.
Les voy a contar lo que me paso cuando tenia 17 años, mamá
había muerto un año antes, por lo que yo me volví rebelde y desobedecía a mi
padre, nunca le hacia caso, en aquel entonces, como hasta ahora, yo tenia muy
buen cuerpo, era delgada, tenia unas nalgas muy bien formadas, y mis tetas o
senos, eran de muy buen tamaño y bastante duritos; bueno, sucede que una noche
en la que salí sin permiso con un amigo, mi padre se enfureció tanto conmigo que
se escondió detrás de unos arbustos, en el transcurso de la noche al llegar a mi
casa, nos detuvimos mi amigo y yo y la verdad yo ya estaba algo pasada de copas
y mi amigo también, así que en la oscuridad de la calle nos estuvimos metiendo
mano dentro del auto, yo ya tenia la blusa arriba, por lo que se me veían las
tetas y el ya se había sacado la polla del pantalón, en eso una luz nos alumbro
por el vidrio, era mi padre enfurecido, abrió la puerta del auto y me saco
totalmente enloquecido y me arrastro hasta la casa, estaba asustadísima me
empujo en la sala y a gritos me dijo:
--- maldita puta, nuca me haces caso, ya estoy harto, me tienes
cansado; me dio dos bofetadas, me tomo del pelo y me llevo arrastrando hasta mi
cuarto
--- vas a ver chiquita, vas a entrar en cintura---
cerró la puerta del cuarto y le puso llave, yo estaba
atemorizada, así que me quede en mi cuarto sin hacer nada.
Al día siguiente me desperté como a eso de las 10:00 y con
bastante hambre, me bañe y me vestí, pero a la hora de salir del cuarto me di
cuenta que seguía con llave, intente abrirla, pero no pude, así que me quede ahí
hasta que llegara mi padre de su trabajo; como a las 7:00 llego mi padre de su
oficina, al oírlo le grite para que me abriera la puerta el subió las escaleras
y abrió la puerta, yo estaba bastante enfadada con el así que nada mas abrió, lo
empuje y me baje a la cocina, mi papa se enojo mucho, me siguió a la cocina, me
agarro del pelo y me dijo:
--- niña grosera, aquí no va haber comida hasta que se te bajen
esos humos---
--- me duele papá, suéltame ---
--- te dije que ya me cansaste--- y me llevo casi a rastras a
mi cuarto
--- aquí te vas a quedar hasta que cambies, ya me tienes harto,
no vas a comer, ni a salir ---
--- que te pasa, estas loco --- le grite, y le cerré la puerta
en sus narices, no estaba dispuesta a aguantarle sus regaños, después de cómo me
había tratado; el cerro la puerta y le puso llave otra vez. Pase una noche de
los mil demonios, pero no estaba dispuesta a permitir que el ganara, así que me
dispuse a aguantar unos días de lo mas aburridos, puesto que eran vacaciones, no
tenia que ir al colegio, ahora lo extrañaba, y ya me moría de hambre había
pasado todo un día sin comer, intente dormir pero no pude.
A la mañana siguiente, casi no había dormido nada del hambre,
pero no iba a ceder con papa, así que desde la mañana estuve gritando para que
me abriera la puerta, papá me abrió y yo salí corriendo a la cocina, cual fue mi
sorpresa que al entrar a la cocina me encontré, con que el refrigerador tenia un
una cadena con una candado para que no la abriera, era increíble, papa se estaba
pasando de la raya, busque en la alacena y nada, no había nada en ningún lado,
diablos mi padre estaba loco, el estaba muy tranquilo en el comedor leyendo su
periódico, así que fui a reclamarle:
--- que te pasa papá, ¿estas loco?, tengo hambre---
--- no me grites, soy tu padre, aunque no quieras---
--- estas mal del cerebro eso es lo que te pasa, eres un
desgraciado---le seguí gritando,
--- ¡que ya no me grites!--- el estaba enfurecido, se levanto
de la mesa y me dio una bofetada, que me dejo mareada
--- eres una chiflada, pero voy a hacer que me obedezcas aunque
sea a golpes --- me tomo del cabello, y me jalo hacia el cuarto, yo estaba
mareada pero me logre safar y corrí a la puerta, llegue a ella e intente
abrirla, pero tenia llave
--- ¿que coño estas haciendo papá?---
--- te dije que no vas a salir, así que clave las ventanas por
afuera, y todas las puertas tienen llave ---
--- ¿pero que diablos te pasa papa?, estas enfermo- le grite, y
corrí a la ventana, y era cierto no podía abrirlas, ni siquiera para gritar,
esto había ido demasiado lejos, corrí a mi cuarto, las ventanas seguro no
estarían cerradas
--- si piensas que vas a escapar por las ventanas de tu cuarto
estas muy equivocada, las acabo de clavar ahorita que estabas buscando que
comer---
estaba loco mi padre, no se que le había pasado, tal vez lo de
mi madre, no lo se, llegue a las ventanas y en efecto estaban clavadas, además
todas tenían protecciones de metal, para impedir un robo, aunque ahora pareciera
mas como una cárcel, rompí un vidrio y grite pidiendo ayuda, pero nadie
escuchaba, mi casa es una casa bastante grande y tiene un patio inmenso con
pinos enormes, además esta construida en una zona casi deshabitada, por lo que
la próxima casa, además de tener las mismas condiciones, esta lo suficientemente
lejos como para que no se escuche nada
--- se me olvidaba hija, si se te ocurre hablar por teléfono,
lo acabo de cortar y el celular tuyo lo tengo en mi oficina --- me dijo con
pasmosa tranquilidad cuando llego al cuarto;
cerró la puerta y le puso llave de nuevo
--- nos vemos luego hija---
--- eres un desgraciado hijo de perra --- le grite, llena de
rabia
Estaba muerta de hambre, ya tenia dos días sin probar bocado,
menos mal que agua si tenia, por que si no me hubiera desmayado; cuando llego
papá del trabajo, le grite como desesperada, rompí cosas, pero nada, ni siquiera
me hizo el menor caso, me canse, y me tire en la cama, había acabado con todas
mis fuerzas, ya no me sentí con ganas de nada. En la mañana siguiente, papá muy
de mañana abrió mi cuarto, y me dejo un mendrugo de pan, y me volvió a cerrar la
puerta, yo me lo comí como desesperada, pero no me sirvió de mucho, mi cuerpo no
estaba acostumbrado a estar sin alimento varios días, así que estaba débil y la
verdad casi delirando, por mi mente pasaban miles de ideas; cuando llego papá
del trabajo yo ya no hice nada, no tenia caso gritar además no tenia fuerzas
suficientes, papá ni siquiera subió a dejarme algo para comer así que ya llevaba
tres días y solo había comido un mendrugo de pan, estaba casi por desmayarme, lo
juro.
En la mañana del cuarto día papá abrió la puerta de mi cuarto,
yo ni siquiera hice el intento por salir, el se fue a trabajar así que yo estuve
buscando comida por toda la casa, pero no encontré nada; así transcurrió hasta
que mi padre llego de la oficina yo estaba en mi cuarto, el se cambio y prendió
la tele de la sala, en eso me llego olor de comida y baje, ahí estaba el
comiendo pan tostado con mermelada, sentado en el sofá viendo la televisión,
estaba que me moría de hambre, pero mi espíritu estaba doblegado así que
dócilmente me senté en el sofá al otro lado de el, me le quedaba viendo mientras
comía, el se volteo hacia a mi y me dijo:
--- ¿gustas una probadita? ---
Yo asentí con la cabeza rápidamente, me moría de hambre y ya no
tenia fuerzas para pelear, el puso, el pan tostado en la mesa, me miro, bajo sus
manos a la entrepierna, bajo su cremallera, saco su enorme polla (media como
unos 23 cm. y era bastante gruesa), medio erecta, aunque aun así parecía enorme,
agarro la mermelada y se la unto en la polla
--- aquí esta tu cena hijita…come ---
--- ¿que te pasa papá? ¿estas loco?..soy tu hija---
--- jajajaja…ahora me vas a salir con que eres virgen, si te vi
en el carro, y te he visto haciéndolo con tus novios más de una vez---
--- ¿aparte de todo me espías papa? --- dije enojada
--- a veces angie, pero nada mas por el morbo ---
A mi esto me dio mucho asco, no podía creerlo, una cosa era un
castigo, y otra que quisiera abusar de mi, me levante asqueada y me fui a mi
cuarto sin probar comida.
A la mañana siguiente me despertó el olor a comida provenía de
la cocina, inmediatamente baje, puesto que mi padre ya no me cerraba la puerta
con llave, ahí estaba mi padre, sentado en la mesa, desayunando unos huevos
estrellados
--- hola corazón, ¿como dormiste?---
yo le grite con mis pocas fuerzas
--- ¡eres un hijo de puta! ---
El se levanto y enfurecido me dio varias bofetadas, y me dejo
tirada en el piso de la cocina
--- ahora si… ¿como dormiste hija?---
--- mal, como quieres que duerma si apenas he comido en 5 días
---
--- ¿quieres desayunar hijita? ---
--- si papá, por favor tengo mucha hambre ---
Dicho esto, papá se sentó de nuevo en la silla, bajo su mano y
volvió a abrirse la cremallera y a sacarse su polla, ahora se veía enorme puesto
que estaba casi en su totalidad erecta, nunca había visto una de ese tamaño y
vaya que había visto varias, agarro una cuchara, rompió la yema y con la cuchara
se la embarro en la polla
--- aquí esta tu desayuno hija ---
A mi me daba un asco tremendo, pero tenia mucha hambre y mis
fuerzas para luchar contra mi padre eran nulas, no se porque, me imagino que por
instinto me fui gateando hasta llegar a los pies de mi padre, este se volteo
hacia mi, yo levante una mano y con el dedo toque su polla, me embarre el dedo
con la yema, y lo lleve a mi boca, el se levanto y me dio una bofetada
--- te dije que con la boca perra, ahora no vas a comer hasta
que aprendas, perrita ---
Se levanto de la mesa con su plato y se fue a su cuarto, yo me
retire golpeada y hambrienta y me fui a mi cuarto.
Al otro día en la mañana me volvió a despertar el olor a comida
volví a bajar a la cocina, de nuevo el mismo cuadro de ayer, mi padre en la mesa
con unos panqueques, yo avance hacia el y me senté en el piso, como una
gatita
--- hola perrita, ¿como amaneciste? ---
--- bien papá, con hambre ---
--- ¿quieres panqueques?, están riquísimos ---
--- si papá ---
--- bueno ---
Papá saco su erecta polla, que estaba durísima, más que los
otros días, y se puso miel en ella
--- aquí esta tu comida perrita, cómetela, pero ya sabes sin
manos ---
Yo me fui a gatas hasta sus pies, tenía su polla enfrente de mi
boca, me arme de valor y le di un lengüetazo
--- así perrita, muy bien, vez como si entiendes, ahora quiero
que te la comas ---
--- pero esta muy grande papá, no me va a caber en la boca
---
--- tu hazlo perrita si quieres comer ---
Así que sin pensarlo mucho, me metí lo mas que pude de su polla
en mi boca, apenas si entro el glande, nunca me había tragado una tan grande en
mi vida
--- así corazón, que linda perrita, ---me dijo papá mientras
acariciaba mi pelo
Era increíble lo que antes me había causado asco ahora me
parecía delicioso, tan caliente, tan grande, tan dulce; la chupe lo mas que
pude, me la sacaba de la boca y le recorría con la lengua a lo largo, me parecía
riquísima, todos mis tabú habían desaparecido; desesperada por su tamaño,
utilice mis manos para masturbarle mientras se la mamaba, era tan grande, papa
me jalo de los cabellos y me separo de su pene
--- ¿quieres mis panqueques querida? ---
--- si papá ---
Agarro su desayuno y lo puso enfrente de su polla, se masturbo,
hasta que eyaculo en los panqueques, se agacho puso el plato en el piso
--- ahí esta tu desayuno perrita ---
Me soltó del cabello, yo me abalancé hacia su polla llena de
semen y se la limpie, después que termine, tome el plato y me comí los
panqueques, la verdad que estaban deliciosos llenos de su leche; el se fue a su
cuarto y así transcurrió todo el día, en la noche me llevo un plato con pan,
para que repusiera las fuerzas.
Al día siguiente ya estaba yo mas repuesta, me desperté hasta
el mediodía, como era domingo, papa estaba en la casa; me llego el olor a carne,
así que me levante y fui a la cocina, ahí estaba mi papá cocinando
--- ¿como esta mi hijita? ---
yo no conteste, sabiendo lo que el quería, y la verdad lo que
yo también quería, me hinque delante de el baje la cremallera, le saque su polla
y sin decir palabra me la trague lo mas que pude, ahora pude un poco mas, porque
no estaba erecta al 100% pero a los pocos segundos creció hasta ponerse enorme
como siempre en papá, se la mame de una manera que se volvió loco, y con las
ayuda de mis manos masturbándole, no tardo mas que unos pocos minutos para que
se corriera en mi boca, casi me ahogo, el chorro fue descomunal y pego en la
garganta, no se como le hice pero pudo mas mi excitación, porque no me la saque
de mi boca y me trague todo cuanto pude, alguna parte de la leche resbalo por
mis labios, pero la demás me la trague, se la seguí chupando hasta dejársela
limpia, me la saque de la boca, me senté en la mesa y me puse a comer, papá hizo
lo mismo.
Desde ese día la relación con papá había cambiado, ya no era la
misma, ese día papá se dedico a quitar los clavos de las ventanas, puso el
teléfono, me devolvió el celular y no volvió a poner llave en las puertas.
Al día siguiente totalmente recuperada, me desperté hasta
tarde, comí como nunca, y estaba viendo la tele en la sala cuando papa llego,
cuando escuche el coche de papá, mi vagina empezó a mojarse toda y mis pezones
se pusieron durísimos, estaba excitadísima; cuando papa abrió la puerta me
levante y corrí hacia el, le quite su saco, el portafolio lo avente al sofá, me
hinque y le saque su polla; papá estaba sorprendidísimo, pero en el cielo; me
comí su polla con un hambre, me la metí hasta donde pude, mi boca ya se estaba
acostumbrando al tamaño, me la saque de la boca, baje mi mano a mi conchita me
la metí por debajo del short y le dije:
--- mira como tienes mojada a tu hija papi--- mientras le
mostraba mi mano llena de mi jugos, --- hoy no le habías dado de comer a tu
perrita --- me lleve mi mano, con mis jugos a mi boca y la lamí, esto lo puso a
cien, pero no se movió, yo me quite al blusa, me levante y nos dimos un
apasionado beso en la boca, nuestros labios se trenzaron, y el se apodero de mis
tetas, y de mis culo, la sensación era increíble
--- mi perrita--- susurro a mi oído
--- tu perrita, tu puta, tu hija, tu esclava…lo que tu quieras
papi ----
De nuevo me baje hasta su polla, y me la trague, no me la saque
hasta que ya estaba flácida y me había comido toda su leche
Después de ese día, me comía su polla a cada rato, me encantaba
ponerle miel, mermelada, mantequilla, chocolate, lo que fuera, pero nunca me
penetro, decía que no lo iba a hacer porque una cosa es una mamada y otra follar
con su hija, a mi me parecía ridículo; el día que cumplí 18 años el llego a la
casa con una pizza para festejar, yo lo espere desnuda detrás de la puerta, así
que cuando la abrió, me abalancé hacia su polla y se la empece a mamar, el puso
la caja de la pizza en una mesa esquinera, yo la vi , me levante, le di un beso,
abrí la caja de la pizza y empecé a masturbarlo frente a ella, el se puso a mil,
porque al poco rato se vino sobre la pizza, mi regalo, pensé; puse la caja en el
piso me puse a cuatro como una perrita y me empecé a comer mi regalo; primero
lamía la pizza, como una perrita, después intente comérmela; no se, me imagino
que portarme como un perra hizo que mi papá se pusiera frenético, porque a los
pocos minutos sentí se polla erectisima sobre mi culo, me asuste porque, la
polla de mi padre, me partiría el culo en dos, pero ni modo no hice nada, yo
también estaba demasiado excitada como para oponerme; el paseo su polla por
sobre mi culo y por sobre mi rajita, yo estaba lubricadísima, esperaba que por
fin me penetrara, lo ansiaba tanto, sentí la cabeza, entrando en mis labios, yo
levante el culo, para facilitar la penetración, de un solo golpe, papa me metió
toda su polla, quise saltar del dolor, era inmensa, mi boca ya se había
acostumbrado, pero mi vagina no, al rato de un mete y saca brutal, el dolor ya
era total placer, y yo me sentí la mujer mas dichosa del mundo, ahora entendía a
mamá;papá me jalo del cabello y me susurro al oído:
--- mi perrita, no sabes como había deseado esto, cogerme a mi
propia hija ---
Mientras me hablaba me embestía con tanta fuerza, que parecía
que me quería atravesar
--- quiero partirte el culo angie, quiero que sea mío también
---
--- pero…papá ---
no termine ni la frase, cuando me había sacado la polla, y me
estaba empinando mas en el suelo, no sabia que hacer, quería, pero tenia miedo
de su polla en mi ano, como quiera no dije nada, papápuso su polla, que estaba
súper lubricada con mis jugos, en mi culo, y empezó a empujar con fuerza, el
dolor era increíble, me salían las lagrimas, papa no cedía, el glande, la mitad,
un poco mas, hasta que de pronto sentía toda su enorme polla dentro de mi culo,
el dolor era intenso, y la alfombra estaba manchada con mi sangre, papáno se
preocupo por mi, y siguió taladrando mi culo, cada vez mas fuerte, cada vez mas
rápido, el dolor cedió, y el inmenso placer de una polla enorme dentro de mi
cuerpo, su fue apoderando de mi, mis gritos eran cada vez mas fuertes
--- me rompes el culo papa, me rompes el culo ---
--- así mi perrita, siente mi polla ---
--- que gusto, papa, cogeme, cogeme, parte a tu niñita ---
--- ¿así mi niña?, ¿te gusta la polla de papa en tu
culo?---
--- me encanta…argggggggg….paaaaaaapaaaaaaaaaaaaaaaa…..---
Me corrí como desesperada, no se si fueron una o varias veces,
ni cuanto duramos cogiendo, pero era la experiencia mas fantástica de mi vida,
papa seguía matándome de gusto
--- ahora, además de mi perrita, de mi esclava, de mi puta,
hija mía, eres mi mujer… no quiero ningún hombre junto a ti, todos los días vas
a dormir en mi cama, nos vamos a mudar a donde nadie nos conozca y ahí serás mi
esposa…. ¿entendido angie?---
--- si papa soy tuya por siempre ---
Mientras decía yo esto, sentí su leche caliente llenar mis
intestinos, papa saco su polla y yo me di la vuelta y se la chupe, hasta que se
la deje limpia.
Después de eso nos mudamos a otro país, ahí todos me conocen
como su esposa; el hace conmigo lo que quiere, incluso me ha rentado a algunos
tipos, que me cogen mientras el mira; estoy embarazada de mi padre, voy a dar a
luz a una linda niña, que se llamara como yo, angie, cuando ella tenga 15 años,
papa, tendrá 54 y si dios quiere, y todavía tiene fuerzas, el le quitara la
virginidad y la volverá su esclava sexual, como lo hizo conmigo hace algún
tiempo, eso ya lo acordamos y yo estoy feliz por ella, que gozara de una polla
enorme tanto como yo, que soy su madre y su
hermana.
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El Torneo De Billar
Era viernes y mi padre tenía un campeonato de billar el fin de
semana en Málaga. Me pidió que le acompañase al campeonato si quería, ya que mi
madre estaba de viaje con mi abuela y mi tía. Evadirme del mundo durante un fin
de semana, en un hotelito donde me dan masajes, hay spa y una habitación para mi
solita, pues de puta madre...
Decidí irme con mi padre, cargué el maletero del jaguar y le
pedí las llaves con una sonrisa de niña buena para llevarlo un rato cada uno. Mi
padre aceptó aunque algo reacio, pero me dejó las llaves y me dijo que lo
llevase con mucho cuidado.
Fuimos hasta un pueblo cercano a recoger a uno de sus
compañeros del equipo de billar que vendría con nosotros. Málaga nos pillaba a
unas dos horitas y media del pueblo y nos encaminamos para allá. Vicente,
policía local en su pueblo,el mejor amigo de mi padre desde que comenzó con el
billar, me conocía desde que nací. Me cuidaba como a su propia hija y le veía a
menudo ya que frecuentamos el mismo gimnasio.
Llegamos al hotel, me incorporé en mi habitación y ellos dos en
una doble. Me di una ducha y salí a llamarles, mi padre estaba cansado y decidió
quedarse durmiendo un rato. Invité a Vicente a que bajásemos a tomar algo a la
cafetería y así lo hicimos. Estuvimos tomando unas cañas los dos, y por la
ausencia de mi padre, pues debo reconocer que me estaba desviando de rumbo en
las conversaciones por los efectos del acohol. Vicente, cada vez que me yo
soltaba alguna de las mías miraba atónito por lo que estaba oyendo, para él tan
solo era una niña. Yo reía sin parar de todo y ya iba, digamos de alegrón porque
no iba borracha.
Nos acostamos y al día siguiente comenzó el campeonato. Sábado
por la mañana, me bajé un rato al gimnasio del hotel y luego me metí en el
jacuzzi mientras mi padre y su amigo jugaban al billar. En las últimas partidas
de la mañana me acerqué a verles jugar y estuve un rato mirando, ya que el
campeonato se jugaba cerca del hotel. Cuando terminaron la primera jornada, ya
clasificados como era de esperar de esos dos pedazo de billaristas, fuimos a
comer los tres. Estuvimos comiendo en un restaurante cerca de allí y hablando
sobre sus partidas.
Llegamos al hotel y me subí a mi cuarto, apagué el teléfono
móvil e intenté dormir un rato, a eso de los veinte minutos de estar
intentándolo, tocaron a mi puerta. Serían cerca de las cinco de la tarde, abrí
la puerta extrañada y... era mi padre.
-Nena, vamos ya para el campeonato que jugamos a las cinco y
media. Como se hará tarde porque yo juego de los últimos, Vicente que juega
primero vendrá a recogerte para ir luego a cenar- (me dijo)
-Vale papá- (respondí)
Vicente asomó un poco la cabeza por la puerta y me sacó la
lengua, realmente es muy gracioso y para mí como un padre. Aunque nunca he
llegado a verle el atractivo, todas las chicas dicen que lo es, pero no para mi
parecer.
A eso de las siete me bajé un rato al spa, al terminar mi
sesión de la cual me quedé bastante relajada, me encaminé a la cafetería del
hotel y al poco rato apareció Vicente. Se sentó conmigo y me dijo que mi padre
todavía estaba jugando pero que me preparase para irnos en poco tiempo. Subimos
para la planta de las habitaciones en el ascensor y Vicente no paraba de hacerme
cosquillas dentro de éste.
-¡Vicente para que me haces cosquillas!- (le dije)
Vicente reía sin parar de como me enfadaba yo porque me estaba
tratando como a una niña. Llegué a la habitación y se quedó mirándome hasta que
entré mientras sonreía, no sabía que le ocurría pero yo notaba sus miradas
diferentes a las de siempre. Parecía que estuviese intentando algo pero creía
que todo serían mis paranoias, jamás me tiraría a un tío como ése. Típico
cabrón, soltero con cuarenta y siete años, motero, policía y ... mmm, con un
cuerpazo. Se había tirado a mil tías, amigas de mi madre habían llorado por él
lo que por nadie y bueno... era un cerdo y lo sigue siendo.
A los diez minutos de estar en la habitación y todavía estaba
desnuda para entrar en la ducha, Vicente tocó a mi puerta...
-Paula, déjame un peine que no sé donde ha metido tu padre el
del baño de mi habitación- (me dijo)
Abrí la puerta entornada para que no me viese desnuda, asomando
tan solo mi cabeza. Vicente empujó la puerta con fuerza hasta abrirla y me cogió
fuerte la cara entre sus manos, sus dedos apretaban mis mejillas con fuerza y
empecé a tener miedo, no sabía que le pasaba. Llevaba en sus manos los grilletes
de policía y la porra escondidos detrás. Me tiró contra la cama cerrando de un
portazo y me ató a ella tapándome la boca con la mano que le quedaba libre.
-No te muevas Paulita, se nota que estás hecha una guarra y vas
a hacer lo que yo te diga- (me dijo en tono autoritario)
Me revolví como pude, intentando quitarmelo de encima, todo era
extraño y yo estaba totalmente acojonada. Me dió con la porra fuerte en el culo,
una y otra vez me pegaba.
-Ayer me di cuenta en la cafetería de que a ti te van demasiado
los rabos y hoy vas a comprobar lo que es un rabo de verdad, zorrón-
(prosiguió)
Con lágrimas cayendo de mis ojos sin parar, intentaba chillar
pero su mano me lo impedía. Me dejé llevar, sabía que me haría más daño todavía
si no le dejaba, así que me callé y le dejé hasta que pudiese encontrar algún
modo de salir de allí.
Me acarició con la porra todo el vientre, con sus asquerosas y
sudorosas manos iba bajando hasta mi rajita, a la par que acariciaba con la
porra mi cara en alguna ocasión y la acercaba a mi boca esperando que yo la
lamiese. Yo, apartaba mi boca con despecho y mucho asco. Bajó con la porra y me
la hincó sin previo aviso en el coño, me hizó casi llorar de lo que me dolió, no
podía con eso, era como perder la virginidad de nuevo. Y el muy cabrón bombeó,
bombeó con fuerza una y otra vez, mi coño le abría paso pero estaba muy seco,
aunque debo reconocer que se me iba mojando un poquito cada vez.
Cuando parecía que ya estaba más húmedo, Vicente la sacó y me
atizó en el hombro con la porra. Me mordió los pechos fuertemente dejándome
marcas y tiró la porra al suelo. Su polla estaba que ardía,era enorme y al
acercarmela notaba una dureza impresionante. Mi cuerpo todo marcado por los
golpes y todavía temblando por el dolor y el terror quería que parase ya.
-Te voy a sodomizar guarra, ¿sabes lo que es que te sodomicen?-
(me dijo escupiéndome en la cara)
-Sí-
-Claro que lo sabes, tu lo sabes todo porque eres una zorra y
estás deseando que te sodomice-
-No Vicente, déjame en paz y no diré nada-
-Cállate pedazo de guarra, esta gran polla te va a reventar el
culito ese que tienes tan bien hecho-
Se colocó de lado y me incorporó para que le diese la espalda,
con sus manos abrió mi culo haciéndome daño y la clavó estando el agujero casi
cerrado, me dolió un montón pero tenía que dejarme hacer, me apretaba fuerte y
sudaba sin parar, ufff, era asqueroso.Vicente me lo hacía con fuerza, se me
caían unos lagrimones impresionantes y mi ano estaba totalmente contraído. Me
azotaba fuerte el culo y me decía obscenidades, su vocabularío era insultante y
soez.
Después de un buen rato haciéndome daño, por fin se corrió. Me
llenó el culo con sus asquerosos fluídos y me puso el pene en la boca con todo
el mezclado que había quedado.
-Limpiamela- (me ordenó)
-Eres asqueroso Vicente- (dije llorando)
Me dió un tortazo sonoro dejándome una marca considerable en la
cara y chillé llorando. Vicente se puso de pie y se vistió de inmediato, cogió
sus cosas y se largó de la habitación. No sé si sintió miedo o qué sintió, pero
saliendo pidió perdón mil veces.
Me metí en la ducha llorando y con mucho asco en el cuerpo, me
frotaba un montón de veces los mismos sitios tirada en la bañera suplicando y
luego me puse el albornoz y me acosté en la cama todavía sintiéndome sucia.
A las dos de la madrugada abrieron la puerta de la habitación,
desperté asustada y miré el reloj. Vi a mi padre junto al botones, al parecer
había estado buscándonos a mí y a Vicente como locos. Ya que su amigo, había
desaparecido. Me abracé a mi padre como una niña diciéndole una y otra vez que
le quería. Al verme tan mal, decidió que volviesemos al pueblo aunque él no
sabía que había ocurrido. El campeonato no había terminado pero tuvieron que
prescindir de el cabrón de Vicente y de mi padre.
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